Los planes de CEO Positioning se han convertido en una herramienta estratégica imprescindible en el entorno empresarial actual. Los principales ejecutivos necesitan proyectar un liderazgo visible, coherente y con propósito. Porque un CEO bien posicionado no solo refuerza la reputación de la compañía y genera confianza, sino que también tiene un impacto directo en el negocio, al contribuir a la atracción de talento, oportunidades comerciales, alianzas estratégicas y un mayor respaldo por parte de los grupos de interés.

Contemplarlo desde el punto de vista contrario ayuda todavía más a ponerlo en valor. Un CEO sin presencia pública ni relato propio deja un vacío que acaba siendo llenado por las percepciones ajenas. En este contexto, los riesgos son considerables: desconocimiento que genera desconfianza, un liderazgo interno debilitado y una influencia limitada, lo que dificulta alinear su figura con la narrativa de la marca, impulsar la cultura interna y consolidarse como un referente dentro del ecosistema empresarial.

Por ello, conviene impulsar el posicionamiento público del CEO para elevarlo como voz referente del sector. Y, en ese sentido, la línea de trabajo pasa por hacer una gestión estratégica de la imagen pública, identificar y aprovechar oportunidades de posicionamiento, desarrollar contenidos relevantes en tribunas y perfiles propios y, en definitiva, realizar un acompañamiento continuo.

Por parte de las agencias, no basta con quedarse en un análisis de la actividad y posicionamiento online y en una comparación con la competencia directa para realizar recomendaciones estratégicas que eleven el posicionamiento. Detrás debe existir toda una estrategia.

Partes de un plan de CEO Positioning

Los planes de CEO Positioning dibujan una metodología definida, que tiene como punto de partida el diseño y la elaboración de un relato personal. En esta etapa se definen los atributos personales y profesionales, los territorios de conversación y las temáticas clave, así como los mensajes estratégicos y las palabras de poder.

Es una vez completado este paso que se puede plantear la propuesta de un plan de presencia en conferencias y eventos. La identificación de speaking opportunities, la coordinación de la asistencia y preparación, incluyendo la elaboración de los discursos, son aspectos inherentes a esta fase.

A este respecto, otro componente importante a considerar son los encuentros privados y el networking estratégico. También se propone la gestión de reuniones con líderes empresariales, autoridades y referentes del sector para fortalecer el perfil del cliente.

Por otra parte, el liderazgo del CEO debe proyectarse también hacia el interior de la organización. En este sentido, resulta igualmente relevante contar con un plan personal de comunicación interna que esté alineado con el relato definido.

El quinto punto consiste en contar con un buen plan de presencia online, que implica realizar una revisión exhaustiva, diseñar un plan editorial de contenidos y crear y gestionar las publicaciones incluidas en dicho plan. En paralelo, se prepara un plan de presencia en medios, que debe contemplar la selección de ángulos noticiables y el impulso y la gestión de artículos e impactos cualitativos.

En definitiva, un plan de CEO Positioning bien estructurado y ejecutado es una inversión estratégica que va más allá de la visibilidad personal. Es una herramienta clave para fortalecer la reputación corporativa, alinear el liderazgo con la visión y los valores de la empresa y generar un impacto significativo en el negocio y tanto dentro como fuera de la organización. El fin reside en acompañar a los CEOs en este camino, asegurando que su voz no solo se escuche, sino que también inspire y movilice, consolidándolos como referentes en su sector.